Grafito sobre papel, 50 x 70 cm

Una noche de 1953, en Beverly Hills, Marilyn llamó por teléfono a su fotógrafo y amigo André de Dienes -este fotógrafo la retrató desde que ella era Norma Jeane- . Marilyn sufría de insomnio, y aquel anoche se sentía triste. En la llamada le dijo que quería posar sola y triste, y él aunque no tenía focos ni material adecuado, la iluminó con los focos de su coche, creando esta luz tan extraña. Estas fotos muestran a una Marilyn mucho más delicada, vulnerable, introspectiva y triste, y sobretodo contienen ese ímpetu de expresión, ella necesitaba expresar su tristeza de alguna manera y se muestra ante la cámara como lo que siente. Para mí es el culmen y el origen de considerarse artista. En estas fotografías la considero artista y ser introspectivo y expresivo, me vuelve loca. 

Las fotografías de ella en el campo de Beverly Hills con solo una manta, me resuenan a `la noche oscura del Alma’ el poema de San Juan de la Cruz. Tienen todo el lado oscuro de lo bello, como los caprichos y desastres De Goya. 
Este dibujo es de todos, la pieza que aúna los dos conceptos que pongo en relación en esta serie `Memento Mori - Marilyn Monroe-. Envuelta en la noche, las pesadillas de los Caprichos De Goya sobrevuelan a su alrededor en forma de lechuzas. Marilyn mira al frente angustiada y triste, envuelta en miles de líneas que son precisamente esa `Noche Oscura del Alma’.